Empresas B: una nueva economía socio-ambiental
Las Empresas B son líderes de las nuevas fuerzas económicas, logrando inspirar a muchos a sumarse y con la certificación aumentan su impacto.
40 compañías pioneras se han logrado consolidar en la categoría de Empresas B como Crepes and Waffles, Portafolio Verde, Bio Plaza, entre otras en el país, las cuales se enfocan en el desarrollo de acciones orientadas a la sostenibilidad, el emprendimiento y el desarrollo social.
Por lo tanto, tienen el objetivo de construir una hoja de ruta común para América Latina con metas globales en donde la medida del éxito sea el bienestar de las personas y del planeta por encima de la rentabilidad.
Según Sistema B, el primer paso para redistribuir los beneficios es que la empresa sea viable financieramente, pero la visión es que aparte de serlo, aporte algo más a su entorno. En ese caso, las Empresas B redefinen el sentido del éxito empresarial, usando la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambientales.
“Cientos de estudiantes y emprendedores encuentran identidad y propósito en el movimiento B, pero no en sus sitios de educación e información”, aseguró María Emilia Correa, cofundadora de Sistema B y líder de Academia B.
Ana Mercedes Botero, directora de Innovación Social del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) explicó que la creación de la red académica B es uno de los componentes clave de la alianza estratégica regional de CAF con Sistema B.
Por su parte, Claudia Martínez, directora ejecutiva de E3 (Ecología, Economía y Ética) y miembro de la junta directiva de Sistema B dijo que para que las organizaciones de Colombia perduren y se puedan expandir deben realizar innovaciones.
Como, por ejemplo, la directora destacó que Fruit Andes “es una empresa que acabó de recibir una certificación social, debido a que están creando encadenamientos productivos con varias cooperativas en el campo para exportar productos secos”.
Asimismo, Martínez expuso que Hybrytec, empresa conocida en Antioquia, está generando un movimiento de energía solar.
Otro exponente es la antioqueña Ecoflora Cares, que acaba de sacar el primer colorante azul natural que se originó en el Urabá, “una compañía de emprendedores forestales lograron hacer este sistema trasformador desde el territorio”.
María José Alessandri, creadora del juego Granjeros, comentó que su fin es “explorar entre el crecimiento, sustentabilidad, colaboración y el bien común. No gana quien haya generado más recursos sino quien logra desarrollar mejor su terreno generando equilibrio entre su propio bienestar y los demás”.
Por lo tanto, “algunas empresas se han constituido como un actor fundamental en el desarrollo de los territorios, porque han sido un poder y una palanca muy importante para el progreso del mundo entero y en general de las naciones”, señaló Juan Sebastián Gómez, jefe de la Unidad de Cooperación Nacional e Internacional de Comfama.
Ricardo Galindo, subsecretario de Creación y Fortalecimiento empresarial de la Alcaldía de Medellín, anunció que la capital antioqueña será una ciudad B y que seguirá trabajando por el desarrollo de la población.
En el marco del primer Encuentro + B América Latina en Medellín, que se llevó a cabo la semana pasada, participaron representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, México, Paraguay, Perú y Uruguay, en donde expusieron sus casos de éxito para la construcción de estrategias globales.