Ciudades emergentes y sostenibles
Cerca del 80% de la población América Latina y el Caribe están viviendo en ciudades, siendo la región más urbanizada del planeta (Asia 47%, África 40%, India 30%). Para el 2015 se estimó que el 85% de la población vivía en ámbitos urbanos. Esta situación no es por definición ni buena ni mala. Altos niveles de urbanización han traído resultados tanto positivos como negativos para los habitantes de las ciudades, pero claramente es un desafío disminuir los efectos negativos.
La región de Atacama y sus ciudades han tenido avances sustanciales en materia de infraestructura y servicios, especialmente en el último ciclo de bonanza de la minería, pero no se observa un patrón de desarrollo planificado. Desde el 2015 a la fecha, se está trabajando fuertemente en la gestión de un ecosistema innovador, donde participan activamente representantes de todos los estamentos regionales, pero si queremos avanzar en el camino a la modernización y ser un lugar atractivo para vivir y trabajar, necesitamos ser una región atrayente con ciudades planificadas en su crecimiento, no solo económico, sino también social y ambiental, para lo cual se debe planificar a largo plazo y donde los gobiernos municipales tienen un papel fundamental.
En resumidas cuentas, para que la región de Atacama tenga un crecimiento equilibrado ante los retos de la sostenibilidad, este debe ser, a través de un enfoque amplio e interdisciplinario, necesario para identificar la ruta de sostenibilidad, pero para evitar externalidades negativas, se requiere un esfuerzo concertado e integral, con visión de largo plazo, liderado por los gobiernos locales y con la participación de sus ciudadanos.