Moreno insta a dejar el pesimismo y abrir espacios de confianza en jornada de reflexión
Mariana Penaforte y Isidora Barberis
Economía y Negocios
El Mercurio
Cerca de 100 empresarios, emprendedores, representantes de organizaciones de la sociedad civil y de empresas B y dirigentes gremiales estuvieron durante diez horas reunidos intercambiando opiniones y soluciones para que el país avance.
El encuentro estaba fijado para las nueve de la mañana, pero a partir de las 8:10 los invitados empezaron a llegar a la calle Don Orione, en la comuna de Cerrillos, a la Fundación Pequeño Cottolengo, que atiende a personas en situación de abandono y discapacidad intelectual.
Luego de una primera versión en marzo, en Las Majadas de Pirque, la iniciativa 3xi (inspirarnos-incluirnos-innovarnos), que promueve una cultura del encuentro, reunió a más de 100 empresarios, emprendedores, representantes de organizaciones de la sociedad civil y de empresas B y dirigentes gremiales.
A las nueve, los convocados compartieron un café y media hora después Alfredo Moreno, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), y creador de la iniciativa, se encargó de la apertura del evento, que se extendió hasta las 18:45 horas.
Además, el encuentro tiene el apoyo y es organizado por Alejandra Mustakis, presidenta de Asociación de Emprendedores de Chile (Asech); Juan Pablo Larenas, cofundador de Sistema B; Alfonso Gómez, presidente ejecutivo del Centro de Innovación UC; y Alejandra Pizarro, directora ejecutiva de la Comunidad de Organizaciones Solidarias.
«La principal conclusión es que hay gente muy valiosa en este país, tenemos un país magnífico, y tenemos que dejar de mirar las cosas con tanto pesimismo, levantar un poco la vista y pensar en qué es lo que podemos hacer mejor, y eso es una tarea de todos», dijo Alfredo Moreno tras inaugurar el encuentro.
Los organizadores destacaron que el objetivo principal del encuentro es el diálogo, que los actores invitados puedan conocerse, intercambiar ideas, propuestas, soluciones. Reivindicar el rol de las personas que quieren hacerse cargo de los problemas y tratar de resolverlos.
«Para que podamos construir, tenemos que juntar las distintas visiones, empezar a buscar acuerdos, donde realmente podemos hacer diferencia», agregó Alejandra Mustakis.
Entre los grandes empresarios que asistieron, destacan nombres como Matías Domeyko (Arauco), Luis Enrique Yarur (Bci), Francisco Pérez-Mackenna (Quiñenco), Pablo Granifo (Banco de Chile), Juan Claro (Embotelladora Andina), Rafael Guilisasti (Emiliana), Fernando Reich (CAP), Manuel Olivares (BBVA), Lázaro Calderón (Ripley), Francisco Garcés (Salfacorp), Luis Felipe Gazitúa (Colbún), entre otros. También estuvieron dirigentes gremiales como el presidente de la CChC, Sergio Torretti; el de la CNC, Manuel Melero, y de la SNA, Ricardo Ariztía.
Esquema de reflexión
En la mañana, luego de un video inspiracional, grupos de conversaciones de ocho personas se reunieron dentro de 13 domos que se instalaron para el evento y discutieron qué razones les convocaban al evento. Primero se formaron duplas que luego exponían al pequeño grupo. Tras ello, los 100 asistentes se trasladaron a la capilla del lugar, donde presentaron en un plenario las conclusiones del diálogo previo.
Entre las ideas, se repitieron temas como la importancia de recuperar las confianzas y retomar el diálogo, y que para ello «no hay recetas mágicas» y que cada uno tiene que «aportar su granito de arena».
En la tarde hubo un esquema similar de trabajo, pero los invitados volvieron a mezclarse y los grupos fueron distintos a los de la mañana, así como en el almuerzo, para que todos pudieran conectarse con el mayor número de personas. Eso sí, en esta parte del encuentro discutieron «cómo construir el cambio necesario».
«Lo que se habló fundamentalmente fueron las formas en que puede contribuir el empresario al país, ya sea como individuo o como organización, y actuando evidentemente de común acuerdo», comentó uno de los asistentes.
Fue parte del programa un recorrido por el lugar guiado por los colaboradores del Cottolengo. «Al grupo 3xi le pareció muy interesante que esta segunda reunión se haga en un lugar de esta naturaleza, donde hay un encuentro muy profundo con la fragilidad. Entendemos que para tomar iniciativas, en el sentido de encontrarnos entre distintas entidades, hay que tener un cambio internamente, y los niños con discapacidad nos pueden enseñar muchas cosas», comentó Ramiro Urenda, presidente del Pequeño Cottolengo.