Emular los Ecosistemas para una Economía Azul y la Empresas B: Una Apuesta en donde Atacama Florece

Una economía vibrante es esencial para la sostenibilidad en un territorio, pero también el territorio debe vibrar. ¿Pero cómo vibra el territorio?, el territorio lo componen las personas y para que este vibre, las personas deben vibrar, las personas deben enamorarse del lugar donde viven.

 

Una solución a los presentes males de la  economía reside en comprender y aplicar la lógica ecosistémica. La naturaleza exhibe una autentica economía y una autentica sostenibilidad, todo el tiempo. Es por esto que, si las  economías se desarrollan con la naturaleza y su entorno como modelo se puede  emplear la energía y los recursos de manera eficiente y sin generar residuos y además crearíamos cientos de millones de puestos de trabajo.

 

“Solo por nombrar algunos ejemplos que están disponibles en nuestro territorio; Generación de Energía Solar y Generación de Energía Eólica, en las grandes dunas del Desierto de Atacama.  Mundialmente, es conocido que los modelos eco sistémicos contienen la llave para la abundancia, así como los medios para distribuirla entre todos. Un sistema económico inspirado en los ecositemas funcionaria con lo que ofrece el entrono local, como los recursos energéticos naturalmente renovables que ante todo expresan las leyes de la física”, señaló, Roberto Cervela Gerente GEDES.

 

Por todo el mundo hay ejemplo de incitativas empresariales prósperas y plenamente consolidadas que ilustran cómo una economía azul puede beneficiar no solo a la tierra, sino también a sus habitantes, haciendo accesible a todo el mundo la seguridad alimentaria, la seguridad laboral y la ocupación contributiva.

 

GEDES, la única Empresa B del Norte de Chile y Representante de Expansión Sistema B, para el Norte de Chile, estuvo presente  en Medellín, Colombia, en el Encuentro de Empresas B, de donde trajo grandes ideas vinculadas a este concepto.

 

“ Se me viene a la memoria por ejemplo la forma de trabajar de la empresa Crepes & Wafles, quienes en todo su proceso productivo utilizan productos de comunidades indígenas o de grupos desposeídos, todos los productos son naturales, sin ninguna añadidura química, entre su fuerza laboral el 90% son mujeres, jefas de hogar y con hijos, pero además tienen un departamento de bienestar que por ejemplo les otorga créditos a tasa 0% de interés”, dijo Cervela a lo que además agregó: “Pero donde gana la empresa dirá usted, la empresa gana por que el trabajador es más fiel en su trabajo, como decimos en Chile “se pone la camiseta por la empresa” pero también gana la trabajadora, porque tiene una empresa que se preocupa por el bienestar de sus trabajadores. Esa es la gran diferencia de una Empresa B. Crepes & Wafles, no vende solamente Wafles, sino que vende toda la trazabilidad que les acabo de mencionar”, recalcó.

 

 

Lo descrito anteriormente es sólo un ejemplo que es una Empresas B que están insertas en un territorio, que contribuyen a él y que generan un impacto, que además incorporan el concepto de la Economía Azul y el de Empresas B.

En Atacama no estamos alejados de lograr imitar estos casos, tenemos un abundante territorio, con condiciones excepcionales para el desarrollo de proyectos energéticos, turísticos, pesca, minería, quizás más que cualquier otro del país, pero además está “de moda” esto de ser B, entonces aprovechemos esta coyuntura y rescatemos lo positivo del mercado.

 

“Podemos perfectamente hacer un buen uso de los recursos que tenemos (Economía Azul)  y también darle alas a nuestro altruismo (Ser más B) Ambas cosas se pueden compatibilizar y con esto aportar a los integrantes del territorio y su sostenibilidad y sustentabilidad. Esto hará que nuestra gente se encante, se apropie, se identifique y finalmente se enamore de Atacama, es ahí entonces que tendremos habitantes que vibrarán con nuestra Atacama y la haremos más próspera”, enfatiza Cervela.

 

Por último es importante recalcar que los empresarios tienen un rol importante, donde deben tener esta mirada visionaria y estratégica a la vez. Atacama debe florecer no solo por el fenómeno que ocurre con la lluvia cada cierto año, Atacama debe estar más viva que nunca y florecer porque los empresarios deben involucrarse también en las soluciones sociales y de su entorno. En esto todos nos beneficiamos, pues es el mismo mercado que luego da preferencia a estas empresas que son buenos vecinos. El llamado entonces es a ser “más azules y más B, para que Atacama Florezca.